Una formación sensible al agua planteaba desafíos para los tratamientos de estimulación

Para mejorar la producción de hidrocarburos y la rentabilidad de los pozos en un campo maduro agotado, Petroecuador necesitaba hacer producir los pozos que habían sido cerrados debido a tasas de producción antieconómicas. En muchos casos, la baja producción fue el resultado del daño de la formación producido por el fluido de terminación que redujo la producción entre un 25% y un 50%. No obstante, debido al alto contenido de arcilla, los tratamientos de acidificación matricial por sí solos no bastaban para eliminar el extensivo daño de la formación. Además, las arcillas sensibles al agua hacían que los tratamientos de fracturamiento hidráulico a base de agua redujeran la producción en lugar de incrementarla.

Un estudio de la formación reveló la causa del factor de daño positivo

Después de estudiar cuidadosamente la mineralogía de la formación y las muestras de núcleos, Schlumberger determinó que el taponamiento mecánico y la presencia de mica desintegrada en las gargantas de los poros dañaban las caras de las fracturas y generaban un factor de daño mecánico positivo. Para tratar los pozos sin dañarlos, Schlumberger recomendó el servicio DualSTIM, que combina las tecnologías de acidificación y fracturamiento apuntalado.

El servicio DualSTIM incrementó la producción, mitigó el daño y redujo los costos

Schlumberger trató cinco pozos, que habían sido cerrados previamente, con el servicio DualSTIM. Esto incrementó la producción por pozo en un promedio de 300 bbl/d; dichos resultados excedieron las expectativas de Petroecuador. Además, el tratamiento eliminó los riesgos ambientales y los costos de los fluidos de fracturamiento hidráulico a base de aceite. A raíz del éxito de la campaña, el operador ha utilizado este procedimiento de estimulación dual en forma rutinaria para estimular yacimientos sensibles al agua similares.